Con motivo del día Internacional del Síndrome de Asperger, que se celebra cada día 18 de febrero desde 2007, para concienciar y dar visibilidad de ello, hoy hablaremos de este síndrome y cómo los cannabinoides pueden ser de ayuda.
¿Qué es el Síndrome de Asperger y cómo se manifiesta?
El síndrome de Asperger (AS), que recibe su nombre al psiquiatra, pediatra e investigador Hans Asperger, es una de las variantes dentro del trastorno del espectro autista (TAE), por ello se considera una forma de Autismo, aunque no lo es exactamente.
Las personas con Asperger suelen diferenciarse por contar con un coeficiente intelectual increíblemente alto y con tendencia a pensar “fuera de la caja” (pensamiento divergente). Sobre todo, sin embargo, se les aprecia el disponer de pocas habilidades sociales y para comunicarse con otras personas.
Además, presentan dificultad para comprender a los demás y captar señales sociales y emocionales, suelen tener enfoques obsesivos con algunos temas o comportamientos recurrentes y/o erráticos.
Los síntomas y efectos del Asperger son menores, por eso es denominado Autismo de alto funcionamiento, por eso estas personas suelen tener un diagnóstico erróneo.
¿Qué beneficios pueden producir los cannabinoides en los casos de Asperger?
El Asperger y el Autismo se relacionan con el desarrollo neural. Estos trastornos afectan al procesamiento de la información, al alterar las células nerviosas.
Los cannabinoides pueden ser de ayuda, ya que pueden influir en el sistema endocannabinoide (SEC) del cerebro, e incrementar la producción de oxitocina y anandamida, por lo que se sospecha de que estos trastornos puedan estar relacionados con un mal funcionamiento del SEC.
La activación del receptor CB1 crea mayor cantidad de oxitocina, una hormona que genera una sensación de recompensa cuando la persona interactua con otra. Tras esto, la oxitocina se mezcla con la anandamida, la molécula de la felicidad, que activa los receptores cannabinoides del cerebro.
Esto ayuda a que las personas con Asperger no se aíslen tanto, y se sientan mejor al relacionarse.
Además, los receptores CB2 son neuroprotectores, contribuyendo al tratamiento de enfermedades como el Autismo.
Los cannabinoides ayudan a reducir el comportamiento errático, relajan, calman, y mejoran la concentración, contribuyen al desbloqueo de los aspectos creativos y talentosos de la mente de la persona afectada.
Un estudio del Hospital Share Zedek de Israel, realizado en 2017, que consistió en la administración de aceite de CBD a 60 niños con trastorno del espectro autista, demostró que un 80% de los participantes vieron reducido su comportamiento problemático, la mitad aumentaron su capacidad de comunicación, y el 40% redujo sus niveles de ansiedad.
Aunque el estudio de los cannabinoides aún es incipiente, así como su comercialización, cada vez se desarrollan más formas de consumo y más ámbitos de aplicación.
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